BANCALES Y ROALES
Las voces de los agricultores y ganaderos almerienses
Melanie Lupiáñez Pérez
Me llamo Melanie y he querido dar a conocer la realidad en la que he crecido y vivo, la de las familias del campo almeriense que se dedican a la agricultura.
El nombre de la página es un guiño al hablar de esta tierra. Por aquí los agricultores todavía dicen bancal para referirse a la parcela enarenada cultivable bajo la cubierta de plástico, aunque la extensión de tierra esté en llano y no en una pendiente. En el diccionario de la Real Academia explica que quizá esta palabra proceda del árabe-hispano: “manqála” y no es de extrañar, pues todavía se pueden ver en las montañas de la provincia los bancales de pencas que los árabes de Al Ándalus sembraban para sujetar el terreno durante las lluvias torrenciales. La segunda palabra “roales” es una deformación de “rodal”, que viene a ser un sitio que por su particularidad se distingue de lo que le rodea, esta palabra es usada por agricultores y ganaderos cuando quieren destacar lo impresionante que es la cosecha o lo numeroso que es el rebaño.
Mi Trabajo Fin de Grado es un homenaje a Almería, o mejor dicho a las personas que la pueblan. Esta tierra es conocida por su agricultura intensiva, a través de entrevistas personales esta web presenta el relevo generacional del campo almeriense y su peculiar sistema de trabajo donde las familias y los trabajadores gestionan la explotación.
Aunque la ganadería quedó relegada a segundo plano a partir de la inclusión de la agricultura a finales de los 60, es conocido que históricamente los pastores traían sus rebaños desde las montañas a la costa durante el invierno por la calidez del clima. Son 15 las queserías artesanas que apuestan por la tradición en la provincia y el sabor y calidad de sus quesos es muy reconocido.
